jueves, 30 de octubre de 2008

Sylvia Plath




SOY VERTICAL

Pero preferiría ser horizontal.

No soy un árbol con las raíces en la tierra

absorbiendo minerales y amor maternal

para que cada marzo florezcan las hojas,

ni soy la belleza del jardín

de llamativos colores que atrae exclamaciones de admiración

ignorando que pronto perderá sus pétalos.

Comparado conmigo, un árbol es inmortal

y una flor, aunque no tan alta, es más llamativa,

y quiero la longevidad de uno y la valentía de la otra.



Esta noche, bajo la luz infinitesimal de las estrellas,

los árboles y las flores han derramado sus olores frescos.

Camino entre ellos, pero no se dan cuenta.

A veces pienso que cuando estoy durmiendo

me debo parecer a ellos a la perfección-

oscurecidos ya los pensamientos.

Para mí es más natural estar tendida.

Es entonces cuando el cielo y yo conversamos con libertad,

y así seré útil cuando al fin me tienda:

entonces los árboles podrán tocarme por una vez, y las flores tendrán tiempo para mí.





La campana de cristal (fragmento)

" Tenía que estar pasándomelo en grande, tenía que estar ilusionada como las otras chicas, pero no conseguía reaccionar. Me sentía quieta y vacía como el ojo de un tornado, moviéndome sin ninguna fuerza.
(...)
También recuerdo a Buddy Willard diciendo, con una seguridad siniestra, que una vez que me casara me sentiría diferente, que no iba a querer seguir escribiendo poemas. Entonces pensé que quizá fuera verdad, que cuando uno se casaba y tenía hijos era como un lavado de cerebro, y que después una iba por el mundo sedada como un esclavo en un estado totalitario. "

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